Lunes, 14 Noviembre 2022 18:30

EL MUNDO DE CRISTINA de ANDREW WYETH. 1948

Valora este artículo
(0 votos)

             

                           La obra más conocida de Wyeth y una de las imágenes más reconocidas del  arte norteamericano. Representa a una muchacha tendida en un prado intentando avanzar hacia una casa en lo alto de una colina. Y así es, Cristina Olson sufrió la polio, cuando salia al campo prefería arrastrarse por la hierba en ver de usar silla de ruedas.

                 La muchacha era hija de unos amigos del pintor que vivían en Maine. WYETH quedó fascinado por el coraje de esta joven frente a su enfermedad. En el cuadro la representa con la delgadez de las extremidades características de la enfermedad.

                       La POLIOMELITIS o "parálisis infantil" es una enfermedad producida por un virus que se trasmite principalmente a través de aguas contaminadas. Al término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos sufrió una gran epidemia, los padres se aterrorizaban cada vez que su hijo tenía fiebre, pues si la enfermedad atacaba al sistema nervioso, las probabilidades de que quedara paralítico o que necesitar un "pulmón de acero" para respirar eran muy altas. La propia hermana del pintor, también pintora, sufrió la enfermedad. La introducción de la vacuna en 1955 gracias al epidemiólogo estadounidense Jonas Edward Salk redujo los casos espectacularmente. En 1959 se detectaron tan solo 5.000 casos, y tres años más tarde se redujo a mil.

                         

      El cuadro EL MUNDO DE CRISTINA, pintado al temple como los pintores renacentistas, es algo inquietante, nos llama la atención el detallismo de como está pintada la hierba, pero sobre todo, ¿qué hace una chica arrastrándose por el campo? ¿qué le sucede?  Apreciamos que la retratada está de espaldas y eso nos intriga más, la nada le rodea, lejos queda la casa, a la que parece dirigirse con evidente torpeza. Examinando la obra con más detalle, percibimos una sensación de desasosiego descomunal, por el mínimo cielo y la amplitud del prado, donde permanece una mujer solitaria con su vestido rosa mirando de forma solemne a la lejanía.

                           Esta escena nos trasmite superación, resistencia a las adversidades, aceptación de la soledad, esa soledad espesa que nos hace sospechar que aunque esté rodeada de gente seguirá sintiéndose sola.

                       CRISTINA no se resigna a permanecer todo el día sentada en una silla de ruedas, por eso sale al campo, para sentir el contacto con la tierra y el esfuerzo de llegar hasta arriba.

                           

Visto 621 veces

Deja un comentario

Asegúrese de introducir toda la información requerida, indicada por un asterisco (*). No se permite código HTML.

ALIET VALLÉS

SÍGUEME

También puedes seguirme por mis redes sociales.

 

 

VISITAS

Hoy540
Ayer494
Esta semana1034
Este mes1532
Total804705

¿Hay alguien ahí ?

4
Conectados

Identificarse

Login

Usuario
Password *
Recordarme
© 2016 Aliet Vallés. Una mujer, un blog y el número 7.