Pocos pintores han marcado con tanta determinación su territorio, como MONET, en el jardín trasero de su casa en Giverny (Normandía)
Consternado por la muerte de su primera esposa (1879), decide cambiar de ciudad, aquel invierno fue duro, y por primera y única vez, pinta la nieve, los campos sin flores. Pero en seguida se repone, porque se enamora de Alice , la mujer de su marchante Ernest Hoschedé
Aparte de su estancia en Venecia, y poco más, Monet pasó los 43 últimos años de su vida en Giverny. Tras siete años de alquiler decidió comprarla junto con un terreno anexo (15 hectáreas), en 1890. Allí se instaló con Alice, una vez quedó viuda, los seis hijos de esta, y los dos que tuvo de su primer matrimonio. Esta mujer demostró ser la compañera perfecta, hacía funcionar la gran casa como un reloj, para que su marido se dedicara por entero a sus dos pasiones:
la pintura y la botánica. Con la ayuda de un jardinero, concibió un espacio pictórico plantando un centenar de especies arbóreas y plantas exóticas, también un estanque de nenúfares, atravesado por un pequeño puente japonés, envuelto en glicinias, sauces llorones y lirios. Distribuyó las flores por colores. Según la floración en una época su jardín era azul; en otras, malva; en otras , rosa. Logró desniveles, con plantas a diferentes alturas. Invirtió mucho dinero en él. Los nenúfares, los mandó traer de Egipto y de América del Sur.
Allí construyo su luminoso estudio, donde trabajaba simultáneamente, a veces hasta ocho lienzos,, a fin de lograr los aspectos más furtivos de la naturaleza. Se convirtió en una obsesión, solo quería retratar los distintos rincones del jardín a distintas horas del día. Sus cuadros se vendían muy bien, marchantes y galeristas le visitaban con frecuencia, llegó un momento en que ganó una fortuna.
Monet contaba 53 años cuándo murió su esposa (1911), y poco después su hijo mayor, Jean. Aún vivirá 15 años más, pero ya nunca fue el mismo. De ahora en adelante solo existirá una flor. EL NENÚFAR o NINFEA. En esta época, ya contaba con cinco jardineros.
Monet agranda los formatos y las manchas por causa de las cataratas. Huraño, solitario, y con la visión nublada. En 1922, firmó un contrato donde donaba al estado una serie de grandes paneles de NENÚFARES, de 219x 602 cm, para el Museo de l 'Orangerie de PARÍS.(1922) ubicado en el Jardín de las Tullerías. En total 19 paneles, exhibidos en forma ovalada o circular.
Obsesionado con ellas las retoca, las agranda, y las hace densas y pastosas. Su pintura se deforma, apenas veía, por fin tras dos operaciones complicadas y unas gafas, mejoró.
Su experiencia se nos antoja hoy, de una sorprendente modernidad. Pocos fueron los que en su momento percibieron la importancia de estas obras; los vanguardistas las ignoraron. A partir de los años cincuenta, influyó en muchos creadores norteamericanos, calificados de "impresionistas abstractos"
Su salud empeoró a causa de un cáncer de pulmón, falleciendo un 5 de diciembre de 1926, a los 86 años, en su casa de Giverny. Sus funerales se realizaron tal y como pidió: una sencilla ceremonia civil, en la que solo estuvieron presente sus hijos y sus amigos más íntimos.
Su casa fue donada, por su hijo Michael, único heredero, a La Academia Francesa de Bellas Artes en 1966. Después de una cuidadosa restauración, se abrieron al público, en 1980.
P.D. Aproximadamente existen más de 250 pinturas de NENÚFARES, casi todos están en museos. Pero en novi. del 2005, la Galería Christie's vendió en subasta un cuadro de Nenúfar, por dos millones de dólares, y es que hay muy pocas obras de Monet en el mercado.