El 31 de julio del 2015, fecha de san Ignacio, se innaguró esta capilla, en ella se encuentra una escultura en bronce del fundador de la orden de los Jesuitas realizada por el artista Lao Feliú, en el mismo sitio en que el santo pedía limosna para pagar sus estudios y también ayudar a los pobres, es sabido que en el domicilio donde se hospedaba siempre había mendigos esperándole. Pasó dos años en Barcelona, desde 1523 hasta 1525.
La reforma de la capilla ha sido impulsada por la Comunidad de la Compañia de Jesús en Cataluña.
La Capilla de San Ignacio se encuentra en la basílica de Santa Maria del Mar, uno de los mejores ejemplos del gótico catalán del siglo XIV: torres octogonales, abundancia de superficies desnudas,y contrafuertes mazcizos, en contraposición con la gracilidad de los arbotantes franceses. Ubicado en el barrio de la Rivera sus habitantes se plantearon levantar un templo de categoria, pero con una condición, que fuera financiada por los trabajadores del muelle (pescadores, mercaderes, armadores) y por los comerciantes; a diferencia de la catedral que se estaba construyendo en ese momento costeada por la iglesia.
Siempre que visito Barcelona entro en ella y como si fuera la primera vez me abruma su altura, esta sensación de amplitud se intensifica por la ausencia de mobiliario, se destruyó e 1936 durante nuestra Guerra Civil.
El arquitecto fue Berenguer de Montagut y quedó terminada alrededor de 1384.