-- Hay que ser mitad opositor y mitad loco, para dar este paso. Yo, que iba por la vida con un punto de exceso, aprendí a protegerme de mí mismo fornicando con mujeres desconocidas, y por supuesto, sin compromiso. Me sentía relativamente satisfecho, era una forma de evitar las exigencias que trae el despertar sexual. ¡Hasta que conocí a Ofelia!. - " Ser o no ser " - ¡ Solo sé que era una mujer fetén!. De primeras, me sedujeron sus secretismos. Les seré sincero, nunca llegué a poseerla del todo, y eso me atraía más aún. Pocas veces el sexo es aburrido, pero ella ha sido la única mujer, que me ha hecho sentir como un edificio en llamas.
Empezaré por aclarar que cuando la conocí no se llamaba Ofelia, un nombre así no se olvida fácilmente. Pasamos juntos dos o tres noches, y poco más; después por sistema, y para desplegar mi comodidad, las dejaba ir. Algunas veces me llamó por teléfono; también me pareció verla frente al trabajo; la evité sin cruzar palabra, de ella, todo me era indiferente. Entonces como llegó, desapareció. Mis desplantes la llevaron lejos, pero esta vez, llevaba el acento de un hijo mío en sus entrañas. Me siguió contando que terminó sus estudios de enfermería. Siempre sola, sola y con su hijo. Ofelia era huérfana. Luego llegó el trabajo, la estabilidad, y el disfrute de todas las galaxias, hasta qué...
De esto, hace ya muchos años, y además el olvido se llevó la mitad. Posteriormente gané las oposiciones, y me fui a vivir a Ibiza. En la década de los 90, la discoteca "Pachá", se convirtió en una de las mejores del mundo, sus macrofiestas mediterráneas se hicieron famosas, y lo más novedoso, estaban distribuidas en varias salas diferenciales. Lo recuerdo muy bien, ocurrió una cálida noche de verano, una hermosa mujer de nombre hatleriano me pidió fuego; era alta, delgada, misteriosa...no permití que se fuera, ella también había venido sola. La velada se alargó hasta bien entrada la madrugada. Nos dimos los teléfonos y, hasta ayer.
Ofelia, sin apenas darme cuenta se fue convirtiendo en algo adictivo; aprovechaba cada momento libre para estar con ella, y aunque había algo en su manera de ser que no acababa de entender, su halo de hechicera acabó cautivándome como gato panzarriba.
Nadie se lo podía creer, se acabaron las salidas nocturnas, no las echaba de menos. Me sentí rejuvenecer y, hasta le escribía versos en primavera (que nunca envié). Afirmativo, estaba perdidamente enamorado de ella.
Y justo cuando empezaba a creer en lo imposible, le pedí se casara conmigo. Me quedé frio como el mármol cuando me respondió que se marchaba; que solo había estado conmigo para hurgar en mi hedonismo y echárselo a las fieras - " Has negado el todo, aún no siendo nadie" - pero hay algo más - ¡Tuve un hijo tuyo!,- Un chico extraordinario, estarías orgulloso de él. Desgraciadamente se ha ido, hace dos años un maldito cáncer me lo quitó.
Me contó lo que mi corazón se desangra. Sentí un dolor tan agudo, que aún me quedan trazas -. Con las manos crispadas y la expresión serena, siguió desmenuzando una estela de imágenes y sucesos que todavía re-suenan en mis oídos. Antes de irse, me dio un teléfono. - ¿Por si quieres ver sus fotos, y conocerlo?.
"Los únicos acontecimientos importantes de la vida son las perdidas, y también son lo último que se borra" Emil Ciorán ( escritor ruso)
P.D. La foto de cabecera es de CHIARA GHIGLIAZZA