Este artículo lo escribo porque mi abuelo, el padre de mi madre, estudió magisterio y llegó a ejercer como tal en Lopera (Jaén), no sé por cuanto tiempo, luego vino la guerra, pasada la contienda, jamás volvió a ejercer. Quizás cuando termine este relato lo entienda.
Proclamada la II República, 14 de abril de 1931, el gobierno se encontró con altísimas tasas de analfabetismo, mayor en las zonas rurales, y mayor número entre las mujeres. Era urgente tejer un sistema educativo, para ello se firmaron dos decretos, uno era un Plan Quinquenal que pretendía la construcción por todo el país de 27.000 escuelas, y el segundo llenarlas con nuevos maestros-as a través de un programa de formación El Plan Profesional de Magisterio. Además de esto se creó un Patronato de Misiones Pedagógicas con la intención de llevar a las zonas más alejadas bibliotecas ambulantes, audiciones musicales, y teatro, es el caso del conocido grupo fundado por Federico GarcÍa Lorca, LA BARRACA, o el de María Zambrano.
Hasta aquí todo perfecto, hasta que salió el Artículo 3º de la Constitución republicana donde pregonaba la libertad de culto: "El Estado español no tiene religión oficial"; pero sobre todo el polémico Articulo 23º en el que prohibía a los curas y a las monjas dieran clases en los colegios.
La mayoría de los partidos, y en especial los anarquistas y comunistas, eran profundamente anticlericales, esgrimiendo el daño que habían causado los curas en España, siendo el mayor obstáculo para el progreso y la modernización del país. Así pues su programa incluía la supresión del presupuesto al culto y al clero, introducir el divorcio, secularizar los cementerios, y la medida más contundente: la disolución total o parcial de las ordenes religiosas, especialmente la de los jesuitas, y la nacionalización de sus bienes.
Como pueden imaginar los lectores estas leyes no gustaron, no solo a los mencionados, sino a los monárquicos y a los sectores más poderosos de la sociedad española.
La mayoría de las ejecuciones de los maestros, tuvieron lugar al inicio de la Guerra Civil, entre julio-octubre del 36. Las razones de las ejecuciones era erradicar el espíritu de la República encarnado en los maestros y en la educación que impartían. A estas ejecuciones se sumaron las venganzas, una buena parte de los que elaboraron las listas fueron los curas.
Desgraciadamente las purgas continuaron de forma masiva después de la Guerra Civil, 1939. Nada se pudo hacer para que la verdad saliera a la luz, porque ya estaban condenados como ateos, blasfemos y sobre todo enemigos de los curas y de la religión, y eso que muchos maestros eran católicos.
Los maestros aplicaban los métodos de la INSTITUCIÓN LIBRE DE ENSEÑANZA, y cautivaron a los niños convirtiendo el aprendizaje en un placer tan delicioso como jugar.
Si en algo acometió con ímpetu la República fue el empeño de modernizar ESPAÑA a través de una educación laica, gratuita y obligatoria, empezando por las escuelas de 1ª enseñanza, nuevos institutos, misiones pedagógica y campañas de alfabetización.
Sabemos los errores que hubo en la República, pero en esto acertaron de lleno. La mayoría de los profesores se apuntaron a Izquierda Republicana, el partido de MANUEL AZAÑA, jefe de gobierno que propuso esta ley.
P.D. Este post quedaría incompleto sino hablara de por qué en la España Republicana se odiaban tanto a la iglesia y a su ministerio, como consecuencia vino la quema de iglesias, y en la Guerra CIVIL la persecución y asesinatos a curas y monjas.
EL CONFLICTO POLTICO.RELIGIOSO DURANTE LA II REPÚBLICA